Esta etapa educativa aporta a los adolescentes y jóvenes de uno y otro sexo, entre las edades de los 12 y 17 años, los elementos educativos de orden cognitivo, afectivo, social y moral que les permitirán desarrollarse de forma equilibrada e incorporarse a la sociedad con autonomía y responsabilidad.

Se pretende que dicha autonomía culmine en la construcción de la propia identidad, en el asentamiento de un autoconcepto positivo y en la elaboración de un proyecto de vida vinculado a los valores.