Crear una comunidad de aprendizaje
sustentada en bases morales y
enraizada en los principios de la tradición cristiana,
que contribuya a formar la base
humana, científica, ética y trascendental
de niños, niñas y jóvenes,
que les permita conformar su propia y esencial identidad
y desarrollar habilidades de liderazgo,
mediante la aplicación de un
proyecto educativo bilingüe y bicultural,
que integre el aprender a
ser, saber, hacer y a vivir juntos.